Populismo “izquierdista”

Publié le par Manolo Barrero

Quienes aún conservamos una cierta idea de la izquierda, cada día nos sonroja más el populismo “izquierdista” del triunvirato socialista, obrero y español. O sea Zapatero, Blanco y Pajín. Esta élite dirigente que se empacha y nos empacha con un discurso social, mientras en el altar del progreso venera el liberalismo.  Y aunque podría poner muchos ejemplos, sólo me detendré en lo que está sucediendo en muchos ayuntamientos gobernados por una mayoría socialista. Pues bien, estas élites revolucionarias han hallado la piedra filosofal que va a poner orden en la gestión municipal, para hacerla más eficiente, más progresista y más sostenible. Son los latiguillos que se llevan en la nueva temporada otoño-invierno. La eficiencia como todo buen socialista sabe, es el primer principio productivo.  Lo de progresista, tratándose de la izquierda – aunque sea la caviar – suena a pleonasmo. Y lo de sostenible, porque cualquier idea socialista, se basta y se sobra por ella misma y sin ayuda externa para perpetuarse.

Ese nuevo orden en la gestión, también tiene una marcado carácter social, pero en este caso los más pobres pagarán igual que los más ricos. Porque las empresas que se están haciendo con las concesiones para la explotación de los servicios de aguas municipales, no hacen distingo alguno entre el m3 y clases sociales. Para eso Felipe González le pegó una patada  al obsoleto Marxismo en aquel congreso del retorno triunfal después de la espantada, que acabó con la lucha de clases. Que Zapatero apenas debió ojear. Y si lo hizo fue de forma muy distraída, porque en un par de ocasiones intenté hablar con él de este asunto y de inmediato me cambió el tercio. Con Blanco y Pajín como no he tenido el privilegio de tomar nunca café, huelga el resto. Pero apostaría doble contra sencillo que no han sido grandes estudiosos del tema. A Leire le va mucho más la modernidad. En realidad toda ella es como un museo de la modernidad. Otrora, para representar con cierto decoro al partido de Pablo Iglesias hacía falta algo más que prestancia y lengua viperina. Pero eso era en el siglo pasado. Cuando el agua era todavía barata y no interesaba a las grandes empresas. Pero ahora, que hasta Leire Pajín sabe que se está convirtiendo en un bien cada vez más preciado, ahora lo revolucionario, lo progresista, lo social y lo sostenible es privatizarla. Pero  lo que más fastidia es que vendan el producto de la única forma que lo hacen los demagogos de izquierda. Desde el populismo “izquierdista”

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