La Ibérica Entelequia Verde (LIEV)

En 1995 se crea la Organización Mundial del Comercio. Al año siguiente, en la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO),  se afirma que anualmente mueren de hambre aproximadamente unos 830 millones de seres humanos. Hoy esa cifra sobrepasa los 1.000 millones. Y por inverosímil y paradójico que parezca, el 60% de esas desdichadas víctimas proceden del mundo rural. Eso significa que la Organización Mundial del Comercio está obstaculizando, por no decir arruinando, todas las posibilidades para que en los países subdesarrollados los pequeños agricultores puedan dar salida a sus cosechas.

De esta situación son responsables al unísono la Unión Europea y los Estados Unidos de América. Con sus respectivas políticas de subvenciones, lo que en realidad están logrando, es que sus productos tengan en el mercado un coste inferior a los que producen los agricultores de África o Asia. Ese pernicioso dumping es el gran responsable de una parte muy importante de la hambruna que asola ciertas zonas del planeta. Sin embargo, los partidos políticos tradicionales apenas si mencionan el tema. Y los que presumimos de menos tradicionales, tampoco lo hacemos mucho mejor. Los Verdes – en sus múltiples variedades - seguimos dando vueltas a la misma noria. LA UNIDAD. Eso sí, sobre ninguna base política. Con el “buen rollo” nos basta. Sin embargo, cuando surge un tema algo espinoso como el aborto, nos damos cuenta que nuestras posiciones se dan de bofetadas. Estamos en la misma formación política, pero ideológicamente en las antípodas. Y que no me vengan con esa cursilería  de la diversidad plural, cuando en realidad lo que hay es una gran ramplonería política.

Y otro tanto ocurre con el principal problema que nos ha traído la crisis. El paro. Para  72% de los europeos esa es su principal preocupación. Aquí ese tema ni se aborda. Los ideólogos verdes – y hay muchos – consideran que ese tema es dominio reservado para ecosocialistas y ecocomunistas. Otra cursilería más.

José Bové, que casi con toda probabilidad obtendrá escaño en el próximo Parlamento Europeo en la lista de Los Verdes, en vez de practicar la masturbación intelectual sobre los manidos temas “verdes”, está recorriendo su circunscripción electoral, explicando las tropelías que está cometiendo la Organización Mundial del Comercio. Eso sí es hacer ecologismo práctico, mientras nosotros hacemos el ridículo. Esa es la diferencia entre Los Verdes reales y nuestra entelequia verde.