Amistades peligrosas
El mayor empresario minero de este país también es leonés al igual que el presidente del Gobierno. Sus compañeros de colegio le siguen llamando “Tori”. Si van a Google y teclean Victorino Alonso, se quedarán perplejos al conocer algunas de sus andanzas. Por ejemplo, que ha sido declarado insolvente por cuatro juzgados de León, que sólo le reconocieron como patrimonio una moto de baja cilindrada. Una semana más tarde se hacía con el control de la mayor empresa privada del sector del carbón, la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP). Desde entonces su emporio empresarial no ha dejado de crecer, casi al mismo ritmo que denuncias se acumulan en los juzgados sobre este singular empresario. Que en público y en privado presume de ser amigo de José Luís Rodríguez Zapatero.
Desde luego sí tiene unas excelentes relaciones con dos de sus más fieles e influyentes escuderos en León. El ex secretario general de los socialistas de Castilla y León y hoy presidente de FEVE, Ángel Villalba, fue miembro del Consejo de Administración de MSP. Antes había sido presidente de Caja España, entidad que poseía el control de MSP después de la quiebra y que Villalba puso en manos de Victorino. El actual director general de Paradores y ex secretario general de los socialistas leoneses, Miguel Martínez, también ha mantenido siempre una estrecha relación de amistad con el empresario. Pero no acaban ahí las conexiones del carbonero con los socialistas.
Sonado y sonoro fue el fichaje de Juan Antonio Martín como su máximo hombre de confianza. O sea, el que durante la bagatela de 13 años en el Ministerio de Industria asumió la responsabilidad de director general de Minas.
Un informe policial del que se hizo eco el periódico El País en enero de 1996, “cuestionaba el origen del enorme emporio empresarial de Victorino Alonso” Donde se consignan cosas tan rocambolescas como que el empresario figura en los archivos centrales de la Intervención de Armas, con la condición de guarda jurado. También se destaca en el informe de la Guardia Civil “la poca colaboración prestada para la investigación por el presidente de Caja España”, el socialista Ángel Villalba.