España es más corrupta que el año pasado
La apuesta, fantástica y organizadora mayor del socialismo obrero y español, Leire Pajín, nos dice mirándonos fijamente y sin pestañear, que su partido se comporta frente a la corrupción de forma ejemplar. Según Pajín, la diferencia entre el PSOE y el PP, es que los socialistas apartan de sus filas a los militantes implicados ente la “mínima sospecha”. Es cierto que mientras que el PP estuvo durante meses pedaleando en el yogur con el caso Gürtel, el PSC liquidó al alcalde de Santa Coloma implicado en el caso Pretoria en cuestión de horas. Sin embargo, en casos de menor difusión mediática la actuación de los socialistas es, más o menos, igual de diligente que la de los populares. En la provincia donde Zapatero hizo sus primeros pinitos políticos, sobre la cabeza de más de un edil socialista pende la espada de la sospecha corrupta. Y sobre la de algún ex regidor y hoy alto cargo de la Administración, no digamos. Pero por extrañas razones e incomprensibles silencios, estos temas deleitan al personal en petit comité, pero ni media palabra en los medios informativos. A lo sumo, alguna insinuación en algún confidencial o foro de los muchos que existen en la red.
La organización Transparencia Internacional acaba de publicar su lista anual sobre percepción de la corrupción en los diferentes países del mundo, y el nuestro no sale muy bien parado. España retrocede cuatro puestos en el ranking con respecto a 2008. Ahora ocupamos el 32 y somos algo más corruptos que el año pasado. Eso sí, Italia, Grecia, Portugal y la casi totalidad de los países del Este están peor que nosotros. Un consuelo. No estaría mal que Zapatero se fijara como objetivo entrar en el G20 de los países menos corruptos del mundo. Una sugerencia que ya le ha sido públicamente formulada por el catedrático de Universidad, Manuel Villoria. Al que seguramente ni Zapatero ni Rajoy le harán ni puñetero caso.